Caminaba absorta en escaparates con grandes rótulos de rebajas, cuando mis ojos toparon con él. Un chico que no tendría los venticinco años, sentado en la calle, se notaba bastante que los caminos habían sido su casa desde hacía algún tiempo. Tocaba la guitarra y repartía tiras de folios con una enorme sonrisa. me acerqué setándome a su lado y empezamos a hablar. Se consideraba un poeta de la calle, un buscador de sonrisas y sueños, el cuál había visto el inframundo y se había dado cuenta que necesitaba encontrar, buscar sin ser engullido por los rótulos comerciales o los dogmas de fe. Me dió uno de esas tiras de folios, era poesía...
"Trangresores de inocencia
como vasos rotos por el suelo
Mujeres fatuas escogen tontos poseídos
al son del reque reque
Acelera y estalla el cristal contra el sueño
Cual proféticos aullidos chimpún-chimpún
Todos rezamos
máscaras y velos
Caras opacas sin rumbo
bailoteo de frustre aristócrata
Obispos, zona VIP
cáscaras y martillos
Demasiado Freud
para tampoco Nietszche
demasiado platonismo de palo
para tanto gilipollas drogado
Teatro de luces fatuas
El chamán es el d.j.
O quién sabe papel mojado
Disco hormona
deseo caverna
Repiqueteo poseído
salto al vacío
Resaca y armadura
pisa cuarta y olvida cuanto antes
O si la negañaste
empuja tu rabia
contra su ombligo
Perdido y sin fondo
como tu cubo de basura
como tu esclavitud
En las cosas que crees
que te pertenecen
pero por encima de todo
hazme un favor, no pienses
eso si que duele"
Ahora los poetas viven en la calle
viernes, 31 de julio de 2009
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