
Obama defiende la guerra justa, excusándose ni más ni menos en argumentar que las guerras de una forma u otra forma aparecieron con el primer ser humano. Y el tío se queda tan tranquilo, pues lo dicho desde que apareció el homo sapiens nos estamos dando caña. Su discurso retoma la mejor oratoria y cómo si se tratara del mismo Cicerón se baña en una masa adiestrada. La verdad ofende ¿Cómo un nobel de la paz defiende la guerra? Sintiéndose un iluminado, defiende que el mal existe y él con sus alas extendidas se procrama defensor del mundo. Yo no sé lo que les dan a estos tíos de comer, alguna seta rancia o vete tú a saber. En cuanto toman contacto con el poder se les va la olla y se creen auténticos dioses... Debería tomar ejemplo de alguno de sus predecesores, como Martin Luther King y reafirmar una alianza entre seres humanos y no cobayas de un regimen super mega guay que se cree el ombligo del mundo...